Ficha Técnica:
Título: Sakamichi no Apollon (en inglés: Kids on the Slope)
Estudio: MAPPA x Tezuka Productions
Director: Shinichiro Watanabe
Demografía: Josei
Género: Slice of life, drama, romance, música
Episodios: 12
Año: 2012
Observaciones: El manga, de 9 tomos, data de 2007 y es de la autora Yuki Kodama. Milky Way Ediciones ha licenciado la obra en España para octubre de 2015.
Reseña:
A través de sus escasos 12 capítulos nos vemos trasladados al pueblo pesquero de Sasebo, en la prefectura de Nagasaki, y conocemos a los tres jóvenes protagonistas, a los que vemos crecer y madurar.Esta serie de animación japonesa nos transmite un gran cúmulo de sensaciones a través de un buen guión, personajes carismáticos y, sobre todo, una magnífica banda sonora que nos trae lo mejor de la música jazz y del rock de la década de 1960, momento en que está ubicada la historia.
Para comprender la trama social de la obra, hay que tener en cuenta el contexto geográfico en el que se centra la misma. Esta se ubica, como decía, en la prefectura de Nagasaki, cuya ciudad fue arrasada por una de las dos bombas nucleares lanzadas por los EE.UU. en el culmen de la II Guerra Mundial, tan sólo 15 años antes. Esto, sumado al control que ejercieron los norteamericanos en el país desde el final de la guerra, marcó profundamente las mentes de los japoneses, que tardaron décadas en perdonar el horror vivido y la humillación de la derrota. Con todo, Sakamichi no Apollon destaca por mostrar la cara más amable y positiva de este momento (la contraposición más clara la vemos en la serie Rainbow: Nisha Rokubou no Shichinin, dirigido por Hiroshi Koujina, que muestra el lado más dramático y duro de esta misma época). A pesar de ello, se ve claramente el rechazo que vive uno de los protagonistas por su propia familia al ser hijo mestizo entre una mujer local y un soldado americano. Sin embargo, la influencia occidental sí consigue entrar y cuajar entre la gente. En la serie lo vemos claramente en el uso y conocimiento de la música, con la introducción del jazz (Bill Evans, Chris Connor, John Coltrane o Art Blakey) y del rock, que alcanza gran popularidad entre estudiantes (The Beatles, The Spiders o The Ventures). Todo ello hace que tanto los personajes como el espectador disfruten de una excelente banda sonora compuesta por todos ellos, entre otros (lógicamente, en el manga no se disfruta de la misma manera).
Otra novedad que nos trae la serie es el acercamiento del cristianismo en tierras niponas. De nuevo, la localización es clave en este aspecto, ya que la región de la isla de Kyushu (que es la tercera más grande del país, al sur del mismo) es donde siempre hubo una mayor concentración de católicos, al ser donde desembarcaron los peregrinos jesuitas en 1543. Este aspecto se nos presenta a través de la iglesia Miuramachi de Sasebo, que aparece fielmente retratada, así como algunas escenas en las que van a misa.
Por último, cabe destacar otro detalle histórico de la sociedad japonesa que aparece reflejado a través de un personaje secundario. Se trata de los movimientos estudiantiles de la Universidad de Tokyo, también llamados Zegakuren. Este grupo surge en 1948 y pronto terminó derivando en aspiraciones comunistas, oponiéndose radicalmente a la Guerra de Corea. En este caso, se refleja en un plano secundario la tensión vivida en 1967 tras las protestas contra la Guerra de Vietnam y de la servidumbre de Japón a EE.UU. Fue de carácter violento y la universidad se convirtió en auténtico bastión revolucionario, a pesar de ser reducido por el gobierno provocando la detención de más de 2.000 estudiantes tras dos días de lucha. No obstante, como digo, esto se ve reflejado bastante en un segundo plano, ya que dicho personaje secundario cuenta su experiencia como universitario envuelto en el grupo, pero en ningún momento explica quiénes son ni contra qué luchan.
Por todo lo comentado, considero que esta serie merece una mención especial. Es, cuanto menos, interesante poder ver historias que representen la evolución humana tras la II Guerra Mundial en un país que vivió todo el proceso y del cual apenas conocemos nada. Especialmente para ver la introducción de elementos occidentales en su cultura, tan arraigada a la tradición.