Ficha técnica:
Título: Always Sanchome no Yuhi
Producción: DENTSU Music And Entertainment
Dirección: Takashi Yamazaki
Reparto: Maki Horikita, Hidetaka Yoshioka, Shin’ichi Tsutsumi, Hiroko Yakushimaru, etc.
País: Japón
Año: 2005
Duración: 142 min.
Always Sanchome no Yuhi nos cuenta la historia de dos familias de Tokio. La primera está formada por un escritor, su mujer y su hijo, el cual quiere seguir los pasos de su padre. La segunda, por un matrimonio y sus hijos, que regentan un taller de reparación de coches. Si bien la trama es costumbrista, utiliza como hilo conductor los XVIII Juegos Olímpicos, celebrados en la capital nipona en 1964, año en que se ambienta.
A pesar de que la trama es ficticia, la ambientación histórica juega un fuerte papel en la película, logrando reflejar perfectamente el sentimiento de la época. Always Sanchome no Yuhi está llena de un optimismo necesario en el periodo de postguerra, que ve las olimpiadas de Tokio como un símbolo de prosperidad en el que Japón comienza por fin su recuperación. De hecho, el gobierno japonés invirtió grandes sumas de dinero para mejorar la imagen de la ciudad y significó una reapertura importante hacia mundo occidental. Esto se magnifica con la final de voleibol femenino, en el que las niponas vencieron a la poderosa URSS y se alzaron con el oro. Unida a las otras 28 medallas que ganó el país, este se colocó tercero en el medallero general, lo que supuso una inyección de moral para la población anfitriona.
Por otro lado, también hay que señalar que la estética, la ambientación y el vestuario juegan un papel casi protagonista. Llaman la atención algunas escenas que pueden chocar en este momento, como puede ser la boda. La novia va vestida de blanco al modo occidental y los invitados les tiran arroz. En ese instante, uno de ellos pregunta por qué hacen eso si son budistas y otro le responde que es una nueva moda. Del mismo modo se puede ver a la gente más adinerada vistiendo ropas al más puro estilo europeo y la presencia constante de anuncios de Coca-Cola. En otra ocasión uno de los protagonistas afirma que el fútbol nunca tendrá éxito en Japón, a pesar de que la selección existe desde 1921.
A pesar de todo, el film muestra algunos fallos, ya que durante todo el largometraje vemos el proceso de levantamiento de la Torre de Tokio, otro símbolo de progreso del país. Sin embargo, esta labor de ingeniería finalizó en 1958, seis años antes del desarrollo de la película. Obviando este detalle, está claro que es una película más que destacable, habiendo ganado un total de 12 estatuillas en 2006 en los Premios de la Academia Japonesa (equivalente nipón a los Oscar).
Enlaces de interés:
[Imágenes extraídas de http://www.guillaumeerard.com y de http://www.asianwiki.com]