En la película de animación La Ruta hacia el Dorado, dos amigos se embarcan sin querer en una aventura que los lleva a América, donde conocen a Hernán Cortés por el camino. En las playas americanas deciden seguir un mapa que les llevará a la mítica ciudad de El Dorado.
En la película, la ciudad no sólo está repleta de oro, sino que además cuenta con aspectos más mágicos o fantásticos. Podemos ver animales extraños y cómo el sumo sacerdote acciona a distancia una estatua de jaguar mediante magia. Pero, aun así, la película cuenta con una serie de anécdotas que se basan en la realidad, tal y como veremos a continuación.
[Imagen de portada extraída de Pinterest]
CORTES: Mi tripulación ha sido escogida con tanto cuidado como a los discípulos de Cristo. ¡No pienso tolerar polizones!
Seréis azotados y cuando lleguemos a Cuba para repostar recibiréis más azotes. Trabajareis como esclavos en las plantaciones de azúcar para el resto de vuestra vida… ¡A la bodega!
MIGUEL: ¡Qué bien, Cuba!
Es que esa escena es tan maravillosa, mira que hicimos cosas en América, pero poner a Cortés como un hombre-croissant malvado ya hacía que me partiese la caja y hoy ya ni os cuento.
Muy buen artículo.
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Gracias por tu comentario! La verdad es que la película tiene escenas buenísimas, Miguel es un personaje muy gracioso.
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