The little drummer girl: Espionaje en el conflicto israelí-palestino

La chica del tambor (en original The Little Drummer Girl) es una miniserie de seis episodios que se estrenó el pasado mes de octubre en la BBC One británica. Se trata de la remasterización de una de las novelas de espionaje más afamadas del siglo XX, obra de John le Carré, y que recibe el mismo nombre. Esta se publicó en 1983 y fue rápidamente adaptada al cine un año más tarde en EE.UU., aunque no será hasta este año que se decide rescatar en formato televisivo, aun manteniendo la esencia original.

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La historia es contemporánea al momento en el que se publica dicha novela, ya que comienza relatándonos un atentado a la embajada de Israel en la Alemania Occidental en 1979. Este es el detonante de la trama, en la que un grupo de espías israelíes captan y entrenan a una actriz británica para infiltrarse en la célula terrorista de origen palestino. De este modo y sabiendo que cometerán más crímenes, se inicia una persecución lenta que les hará recorrer multitud de países, desde Reino Unido hasta Alemania Occidental, pasando por Grecia, Yugoslavia, Austria, Checoslovaquia, la propia Israel y el Líbano.

Uno de los puntos más emblemáticos que se muestran es la Villa Olímpica de Múnich, donde se hace mención a uno de los hechos reales más importantes que marcan a los protagonistas. Se trata de lo que aconteció entre los días 5 y 6 de septiembre de 1972, durante la celebración de dichas Olimpiadas, donde once miembros del equipo olímpico israelí son secuestrados y asesinados por Septiembre Negro, grupo terrorista que pertenecía a la Organización para la Liberación de Palestina. Este acto desencadenó una oleada de represalias a nivel internacional que no hizo más que empeorar el conflicto israelí-palestino y también se toma en la serie como detonante de la creación de este equipo de inteligencia israelí.

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Fotograma extraído de la miniserie, donde dos de los protagonistas visitan la placa en honor a los atletas que murieron en las Olimpiadas de Munich del 72, que se encuentra en la Villa Olímpica de dicha ciudad.

Por otro lado, tenemos las motivaciones del grupo palestino mostrado en la serie. Las conocemos de primera mano en uno de sus campamentos de refugiados en el Líbano, donde terminan llevando a la protagonista para su entrenamiento militar. Aquí conocemos al líder de la banda, cuyo hermano menor cometió el atentado en la embajada mencionada al principio, y es donde se nos explica mejor uno de los términos que más escuchamos durante el metraje: Al Nakba, que significa catástrofe en árabe. Hace referencia a la Guerra árabe-israelí de 1948, iniciada tras la proclamación del Estado de Israel el 14 de mayo de ese año y donde la derrota de la coalición musulmana provocó un éxodo masivo de palestinos. De hecho, al día siguiente, los palestinos conmemoran el Día de Nakba como un día de luto nacional desde 1998.

A este mismo respecto, también cabe explicar dos referencias que mencionan constantemente los palestinos de la miniserie y que consideran motivaciones para la lucha: el abandono que sufrieron por parte de los británicos y el auge del sionismo. Ambos guardan estrecha relación entre sí, ya que el partido sionista fue el máximo propulsor del establecimiento de judíos en Palestina ya en la primera década del siglo XX y fue una de las mayores fuerzas que permitieron la creación del Estado de Israel. De hecho, el gobierno británico propuso, por medio de la Declaración Balfour de 1917, la creación de un nuevo estado para el pueblo judío en Palestina, tratando de asegurarse el apoyo soinista en la I Guerra Mundial. Tras la finalización de este conflicto, ya en 1920, la Sociedad de Naciones cede la administración del Mandato sobre Palestina a Reino Unido, por lo que los lazos entre las dos regiones siempre fueron muy estrechos, trascendiendo los intereses británicos incluso al propio periodo del colonialismo. Fue precisamente la acción del Reino Unido tras la II Guerra Mundial la que acabó generando resentimiento entre los palestinos, al cambiar su postura a favor de la causa palestina durante el período de entreguerras, como se manifiesta en el Libro Blanco de 1939, en el que, para asegurarse que los árabes no apoyaran al Eje, prometen a los palestinos la creación de un solo Estado en el que se garantizaría que los judíos serían minoría. Sin embargo, como hemos visto, acaban por apoyar nuevamente a los sionistas en su pretensión de crear su propio Estado.

Todo esto es importante para poder entender los entresijos de La chica del tambor, ya que se alimenta constantemente de la dualidad entre quiénes son los buenos realmente y qué actos están justificados o no, a través de la protagonista que convive con ambas facciones. Una historia de espionaje que trasciende a su género y nos sirve para acercarnos un poco más al complejo rompecabezas entre israelíes y palestinos, cuyo conflicto sigue dando titulares en la actualidad.


[Imagen de cabecera extraída de Espinof]

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