Ith es la novela infantil–juvenil del autor gallego Silvestre Gómez Xurxo, profesor y licenciado en Geografía e Historia. La novela adapta un capítulo o etapa de la Lebor Gabála Érenn, un recopilatorio del siglo XI que recoge las supuestas batallas e invasiones sufridas por el pueblo de los Tuatha De Danann, de Irlanda. Esta invasión sería la tercera que sufría este pueblo, pero en este caso la llevarían a cabo los Milesianos, un pueblo descendiente de Mil Espáine, y que serían en realidad los galaicos de la Península Ibérica.
Esta crónica recoge además la historia de Breogán, el mítico fundador de Brigantia, que se cree que podría haber sido el asentamiento primigenio de la actual ciudad de A Coruña. Tampoco deja claro en sus textos quien descubre las nuevas tierras desde la torre de la aldea o torre de Breogán (la cual podría estar inspirada en la Torre de Hércules, a pesar de ser de fundación romana), pero sí afirma que es Ith quien llega a ellas. En la novela también atribuyen a Ith el descubrimiento desde la torre.
En esta novela por lo tanto se mezclan aspectos históricos y legendarios. En el caso de los milesianos, protagonistas de la historia, nos acercan a la cultura prerromana del noroeste de la Península Ibérica. Así, gracias al relato conocemos no sólo las formas de vida de este pueblo, si no la cultura material que nos han dejado, y que analizaremos más adelante mediante las ilustraciones de la novela. Sucediendo algo similar con el pueblo de los Tuatha De Danann, para los que la novela aporta información parecida, dándonos a conocer los pueblos que en esta etapa histórica ocupaban Irlanda. Tuatha es la denominación que se les da a los cuatro grandes reinos gobernados por reyes tribales, que tendrían a su cargo reinos menores (O´Beirne, 2014). Danann es la denominación que reciben en las crónicas los gaélicos primigenios de Irlanda, mientras que históricamente los cuatro grandes pueblos o provincias eran: Connacht, Leinster, Munster y Úlster. Probablemente el Tuatha Dé que nos concierne en este análisis es el de Munster (An Mhumhain), ubicado al sur de Irlanda, atendiendo a las pistas geográficas que nos deja el autor.
A lo largo del relato el autor también nos presenta el hecho de los viajes marítimos, tanto por el Atlántico como por el Mediterráneo. Aunque en la novela no se aportan grandes detalles acerca de estas embarcaciones, histórica y arqueológicamente existe la hipótesis de que para las travesías por el Atlántico en la Edad del Hierro, los galaicos utilizasen la borna. Esta embarcación estaría realizada mediante un entramado cubierto de cuero, aunque los especialistas no están seguros de que este tipo de nave fuese apta para viajes en altamar. En el Museo Arqueológico de Coruña podemos encontrar una reconstrucción de esta posible embarcación. Es por ello que estos contactos pudieron realizarse también por rutas terrestres o gracias a contactos con otras civilizaciones, como los fenicios, los cuales mantenían contactos con el Noroeste de la Península tal y como se puede observar en el Castro costero Punta do Muiño do Vento (Vigo, Pontevedra). Estos contactos no sólo traían bienes a través del comercio, si no que se compartían avances técnicos y sociales.

Pero esta novela no sólo nos aporta una gran cantidad de datos en el relato, si no que en las ediciones de 2001 y 2003 cuenta con ilustraciones complementarias del gallego Francisco Bueno Careáns, las cuales muestran elementos de los galaicos y los gaélicos, que acompañan y complementan a las descripciones aportadas por el relato. En estas ilustraciones vemos diferentes elementos de estas culturas, como el vestuario, las armas y las armaduras, joyería y ornamentación, y elementos constructivos entre otros. En el caso del vestuario, la ropa representada por el ilustrador muestra diferentes patrones de tejidos, los cuales parten de los estudios realizados sobre la vestimenta de la estatuaria conservada; y que aportan la hipótesis de que la ropa de los galaicos no siempre sería realizada con telas lisas, si no que podrían ser telas con listones, cuadros, de varios colores, etc.
En el caso de la arquitectura, la cual siempre imaginamos ausente de color (como en el mundo grecorromano), estaría no sólo pigmentada, sino también decorada. Pues a pesar de que se suelen representar los castros y las viviendas de los mismos con la piedra a la vista, las construcciones pétreas contarían con un revestimiento o encalado que favorecería la impermeabilización de la estructura y la regulación de la temperatura. Se considera que estos revestimientos podrían estar policromados y decorados en algunos casos, aunque hoy en día existen pocas evidencias arqueológicas debido a que su preservación se da en casos excepcionales. Sin embargo, se han encontrado decoraciones en elementos pétreos que formarían parte de las paredes, como trisqueles, rosetas y otras decoraciones con base geométrica, de las cuales algunas aún conservan restos de policromía que confirmarían esta teoría. Como es el caso del Castro de San Cibrán de Lás (Ourense), donde en 2017 se encontró una jamba de una puerta decorada con un trisquel pintado de color rojo. Gracias a la ilustraciones y a las descripciones repartidas a lo largo de la novela, también podemos comprender cómo estaban diseñados estos poblados, contando con murallas y fosos defensivos, combinando en las construcciones la piedra y elementos perecederos, con cubiertas vegetales sobre un armazón de madera sustentado por un poste central.
Otros elementos representados en las ilustraciones, así como descritos fugazmente en el relato, son los elementos metálicos, donde podemos ver armas como lanzas y puñales de antenas; pero también cinturones y fíbulas en omega. Sin embargo, lo que más destaca en todas las ilustraciones es el casco dorado que porta continuamente el protagonista, que no es otro que el Casco de Leiro. Este elemento no se sabe actualmente si es o no un casco, y en el caso de serlo probablemente no sería utilizado como elemento defensivo debido a su baja resistencia y por lo tanto efectividad, si no más bien como parte de un ajuar. Este casco (1000 – 800 a.C.) fue encontrado en una playa de Leiro (Rianxo, A Coruña), y aunque es conocido como casco, podría ser un cuenco, como los de Axtroki (Guipúzcoa). Está fabricado completamente en oro, realizado mediante las técnicas del repujado y el martilleado. En la novela, sin embargo, el protagonista lo lleva durante su viaje y, al menos en las ilustraciones, también durante las batallas. No es la única vez que aparece representado en la literatura gallega, pues en el cómic de 2009 O máxico arrecendo, es el objeto que da lugar a la trama principal.

Es por tanto una adaptación infantil de la crónica, incluyendo también detalles históricos y arqueológicos, divulgando así la historia y las leyendas de ambas culturas; pudiendo resultar quizás un recurso educativo, si la narración fuese algo más atractiva; pues resulta una lectura tediosa y complicada a pesar de lo interesante del relato.
Enlaces de interés:
BayBack Machine. Lebor Gabála Érenn
O´Beirne Ranelagh, J. (2014): Historia de Irlanda. Akal, Madrid
[Imagen de portada: Wikipedia]