En 2018, Netflix lanzaba una serie basada en la novela The Haunting of Hill House (1959), aunque no era la primera adaptación de esta obra, pues ya existían dos versiones cinematográficas anteriores, de 1963 y 1999. En la versión The Haunting o La Guarida de 1999, se reflejaban algunos detalles del libro original, como los nombres de algunos personajes (Nell, Theo o Luke) o los sirvientes que trabajan en la mansión durante el día. Sin embargo, lo que aquí nos concierne no son las diferentes adaptaciones o las similitudes entre ellas, sino un elemento artístico utilizado en esta adaptación cinematográfica de finales de los 90.
En The Haunting (1999) tres desconocidos de diferentes partes del mundo se apuntan a “terapia” del sueño, pues tienen dificultades para dormir. Sin embargo, en realidad todo es un experimento del Dr. Marrow, que quiere entender cómo funcionan el miedo y la sugestión. Para ello, son recluidos junto con el doctor y su ayudante en una antigua mansión, Hill House. Este edificio era de un antiguo empresario, que la construyó en honor a su esposa. La arquitectura imposible y el estilo exterior nos recuerda a la famosa mansión Winchester, con bastantes apariciones e inspiraciones en el mundo cinematográfico, debido a su estilo arquitectónico y a las leyendas asociadas. Esta última fue construida por Sarah Lockwood Winchester, que utilizó su herencia para edificarla y diseñarla con una gran numero de estancias, con escaleras que no llevan a ningún lado, puertas y ventanas que daban al vacío, o incluso al interior de la casa, siendo un laberinto perfecto para albergar historias de terror como las de la novela, serie y adaptación cinematográfica Rose Red de Stephen King, la película Whinchester (2018) o la novela The Haunting of Hill House y las adaptaciones de la misma.
En la película, en uno de los grandes salones de la mansión, Theo y Nel encuentran una gran puerta decorada con demonios, niños, ángeles y esqueletos, que ambas reconocen que debe estar inspirada en la Puerta del Infierno de Rodin y Claudel, pues ambas puertas son muy similares. La de la ficción representa no sólo infierno en la parte inferior, con demonios que atrapan el alma de las personas, sino también el purgatorio, a media altura, donde unos esqueletos impiden el paso de las almas de los niños al cielo, que aunque no se ve hasta el final de la película, se ubica en la parte superior. En el caso de esta puerta, al igual que la original, es un trampantojo, en el sentido de que no es una puerta funcional, sino una falsa arquitectura con decoración escultórica.

La puerta del infierno de Rodin (1880 – 1917) es mucho más liviana que la que vemos en la película, que da sensación de horror vacui, y está inspirada en obras arquitectónicas anteriores, como la Puerta del Paraíso de Ghiberti y Pisano en el Baptisterio de San Juan de la Catedral de Florencia, que representa escenas del Antiguo Testamento, o la fachada de la Catedral de Orvieto (Umbría). También se inspira en obras escultóricas previas del propio artista, como El pensador, ubicado en el centro del tímpano y que sería una referencia al propio Dante Alighieri.

Al contrario que las obras que vemos en las catedrales anteriormente mencionadas, el artista no se basa en los textos bíblicos, sino en la Comedia de Dante Alighieri y Las flores del mal de Charles Baudelaire. Sin embargo, la puerta que vemos en la película sí da la sensación de inspirarse en textos bíblicos, algo presente durante la trama, haciendo especial referencia al purgatorio y a las almas atrapadas en él sin poder acceder al descanso que se promete en el cielo.
Además de estas diferencias encontramos otras, como que en la obra original las almas en pena son representadas en algunos casos por hombres, pero en la mayoría mujeres, las cuales se encuentran además en pose seductora, mientras que en la obra de Hill House los niños son el centro de la obra, con un diseño parecido al de los querubines , pero sin las alas, solo con las túnicas, el cabello y la expresión habituales.
Por lo tanto, vemos cómo una obra artístisca bastante conocida es adaptada a esta película, haciendo referencia a la obra original, pero sin profundizar demasiado. La obra de Rodin, de carácter más romántico, daba importancia a la luz y a la composición, mientras que la puerta que vemos en el film busca el terror y la angustia en el espectador, mediante el uso del horror vacui, el material en el que está realizada la puerta (que parece de hierro y no de bronce como la original), las expresiones de las esculturas representadas y su monumental tamaño, acompañando así al relato con una estética tenebrosa.
Enlaces de interés:
Historia del arte. Puerta del infierno. Rodin.
[Imagen de portada extraída de: amazoncom]