‘A es por Amy que cayó por las escaleras’. Con estas palabras, y la imagen de una pobre y pálida Amy planeando sobre un tiro de escaleras, da comienzo Los pequeños macabros –The Gashlycrumb Tinies-, probablemente una de las obras más reconocidas del artista estadounidense Edward Gorey (1925-2000). Un abecedario de macabros fallecimientos, en el que veintiséis infantes con expresión hierática o de no saber muy bien cuál es su función dentro del relato esperan la inevitable catástrofe que devendrá en su muerte, pero que el autor nunca muestra, dejando a la imaginación del lector el desenlace de la historia.
Conocido por su excéntrica forma de vestir, una vida rodeada de misterio y una obra mezcla de humor, teatralidad y funestidad, Gorey ha servido de inspiración a numerosos autores y artistas que le sucedieron, entre los que se reconoce como seguidor suyo el propio Tim Burton. Además de sus obras personales, ilustró numerosas portadas de libros –como, por ejemplo, la versión original The House with a Clock in its Walls de John Bellairs, recientemente adaptada al cine (2018)-; la obertura de la serie de misterio estadounidense Mystery! de la cadena PBS; y los vestuarios y escenografías de algunas obras teatrales, como la adaptación de la novela Drácula. Asimismo, la particular estética de su obra ha servido de inspiración con posterioridad para el diseño de, por ejemplo, videojuegos –Neverending Nightmares– u homenajes en series de televisión –como dos breves relatos contados en Dark Stanley y The D’oh-cial Network de los Simpson-.
Ahora bien, si en algo destaca la obra de este autor es en mezclar ese macabro humor con una estética o escenografía de corte victoriano o eduardiano. Sus personajes habitualmente visten ropas más propias de finales del s. XIX o principios del s. XX y las, normalmente breves, historias –algunas se desarrollan en apenas cuatro líneas de texto y una imagen- discurren en escenarios más propios de estos periodos, que retrotraen a los vistos en otras producciones como, por ejemplo, la serie Downtown Abbey. Asimismo, el uso prácticamente exclusivo del blanco y negro, así como de sombras o texturas generadas a través del rallado, recuerdan en gran medida a los grabados propios del periodo victoriano, a lo que se suma el reducido tamaño de sus ilustraciones.

Algunas de sus obras integran además elementos propios de la cultura de su momento, como en El visitante incierto, cuyo protagonista –una especie de pingüino con bufanda a rayas- porta unas zapatillas All Stars; o en La pareja abominable donde, a través de esa estética victoriana, cuenta la historia real de un matrimonio inglés acusado de reiterado infanticidio. Sus ilustraciones se acompañan además de pequeños textos casi poéticos, que dan al lector pistas sobre qué es lo que sucede en la imagen o qué está a punto de suceder; muchos de ellos en un tono casi críptico o incluso humorístico, que contrasta con el sentimiento tétrico que transmite la imagen.
Gran parte de su obra fue recogida con posterioridad en cuatro grandes antologías, denominadas Amphigorey, Amphigorey too, Amphigorey also y Amphigorey again. Asimismo, con anterioridad a su muerte se comenzó a grabar el documental The Last Days of Edward Gorey, dirigido por Christopher Seufert, que se centraba en la vida del autor y que supuestamente verá la luz tras diecinueve años este 2019. Artista de culto, algunas de las obras de Gorey han sido trasladadas a formato video por sus seguidores a través de la animación 2D, pudiendo verse algunas de ellas, como la de Los pequeños macabros, a través de Youtube.
Aunque poco conocido, Edward Gorey es, sin duda, un referente en nuestra cultura actual, ya sea a través de su obra o de las obras de autores y creadores posteriores. Su elección del periodo victoriano como base sobre la que desarrollar sus macabras historias no deja de ser paradigmático, al tratarse del periodo de la historia inglesa recordado, entre otros, por sus grandes crímenes o asesinatos –obras como Sherlock Holmes se desarrollan asimismo en esta época-. Periodo que habitualmente es referenciado en la ficción a través de ambientes oscuros o lúgubres, en los que el humor de Gorey, donde ni los infantes se libran de terribles destinos –una realidad histórica pocas veces recordada-, tiene una macabra acogida, no desentonando en absoluto a pesar de lo grotesco o inverosímil de algunas situaciones.
Enlaces de interés:
- Edward Gorey: un victoriano en América – http://anatarambana.blogspot.com/2016/12/edward-gorey-un-victoriano-en-america.html
- Gorey de la A a la Z – http://www.shadowline1.com/lineadesombra/gorey.htm
- Un dandy tétrico llamado Edward Gorey, el gran ilustrador de lo macabro – https://www.infobae.com/america/cultura-america/2018/01/28/un-dandy-tetrico-llamado-edward-gorey-el-gran-ilustrador-de-lo-macabro/
[Imagen de portada extraída de: vimeo]
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