El pasado 20 de septiembre se estrenaba uno de los discos más esperados en la industria musical española. Se trata de “Pero no pasa nada”, el primer álbum de Amaia quien, tras proclamarse vencedora en la novena edición de Operación Triunfo en 2017 y representar a España en Eurovisión con su compañero Alfred García al año siguiente, se presenta en solitario con esta recopilación de diez temas que hacen un repaso a los sentimientos que se viven durante el primer amor.
Dicho estreno se hizo coincidir con el vídeo musical de la canción “Quiero que vengas”, el cual ha causado un gran revuelo en las redes sociales debido a las múltiples referencias y homenajes que hace a la Historia del Arte, reproduciendo diferentes obras a lo largo del metraje o mostrando influencias de las mismas. Twitter ha sido rápidamente el escenario donde diversos usuarios han colaborado para poder comprender la magnitud de hasta dónde llegan estas referencias, haciendo que la comunidad indague y profundice en la fotografía del vídeo de la cantante para comprender a qué obras pictóricas se asemejan.
De este modo, la twittera e historiadora del arte Clara González Freyre [@Claramore_] iniciaba la búsqueda de algunas de estas similitudes, labor que sería completada con mayor profundidad por el también historiador del arte Miguel Ángel Cajigal, más conocido como El Barroquista [@elbarroquista]. Será él quien inicie uno de los hilos más interesantes al respecto, donde se invita a la comunidad de Twitter a investigar en profundidad el vídeo de Amaia, recopilando así las máximas referencias posibles del mismo.

Para el vídeo, se toma como escenario principal el Palacio Real de Olite, convertido en sede de la Corte del Reino de Navarra por Carlos III a finales del s. XIV. Este lugar será el testigo de la lucha entre dos caballeros de apariencia medieval, que se baten en duelo con espadas por el amor de Amaia, quien se casará con el vencedor. Sin embargo, esta termina rebanando la cabeza al ganador al caer la noche, imitando la escena de Judith decapitando a Holofernes, al más puro estilo de Caravaggio, presentándose al día siguiente frente al perdedor, quien era su auténtico amado.
En el transcurso del vídeo, se puede observar la presencia de diferentes estilos pictóricos que acompañan a la historia, destacando entre todos ellos el Barroco. Algunas escenas recuerdan a obras muy reconocidas y de muy fácil asimilación, como «El columpio» de Fragonard o la citada obra de Caravaggio, quien aparece representado en otras ocasiones aunque de forma más sutil, así como el tenebrismo tan característico de su corriente. Este barroquismo se entremezcla con imágenes más propias del Romanticismo, similares al estilo de Caspar D. Friedrich o al de John W. Waterhouse, con imágenes de espacios amplios, mayormente vacíos y sin presencia de vegetación, más allá de algún árbol solitario.

Uno de los directores del vídeo, Santi G. Barros, compartió dicho hilo celebrando lo acertado que era el análisis. A este respecto, ampliaba la información a través de una entrevista realizada en el programa «Galicia por Diante», de Radio Galega. En ella, se hacía eco de la repercusión generada y aclaraba que el vídeo giraba en torno a la historia de Judith, debido a que querían reflejar imágenes de empoderamiento de la mujer a través del Arte. En cuanto a otras referencias del videoclip, también habló de las mujeres bañándose en el río, escena que causó mucho revuelo al considerar que podría beber del mito de Diana y Acteón, así como del cuadro «Hilas y las ninfas» de Waterhouse. Sin embargo, Santi G. Barros apuntaba que se inspiraron en diversas fuentes, aportando a mayores el pasaje de la Biblia de Susana siendo asaltada por dos ancianos, escena que ha aparecido en multitud de obras pictóricas a lo largo de la Historia.
Con todo, no existe una relación directa entre todas las alusiones temáticas, más allá de por su estética visual, obviándose en gran medida el significado original de las mismas, a excepción del caso de Judith. Se aclara en la entrevista que el empleo de paralelismos pictóricos se debe fundamentalmente a su gran afición al Arte y que dichas obras fueron un claro referente para crear la estética general, debido precisamente a su belleza y no a su significado intrínseco. Esto implica que no hay motivos ulteriores que profundicen en el mensaje real de dichas obras ni de los estilos que se tocan.

A mayores, el Cine también hace una gran participación, especialmente Stanley Kubrick. A este respecto, las escenas nocturnas iluminadas por velas, que la comunidad twittera relacionaba con Caravaggio y el tenebrismo o incluso con obras de Georges de la Tour, en realidad fueron inspiradas en la película Barry Lyndon, del citado director. Lo mismo ocurre con las escenas del duelo, que muchos apuntaban a «Duelo a garrotazos» de Goya. Finalmente, añade una nueva interpretación de los personajes, alegando que el caballero oscuro representa la música comercial y el caballero blanco la música menos popular pero que es la que Amaia realmente quiere hacer, siendo esta la razón por la que decide decapitar al primero y mostrarse victoriosa al presentarse frente al segundo.
Por todo ello, comprobamos que la Historia y la Historia del Arte continúan siendo relevantes a la hora de ponerle imagen a una canción, tal como hemos visto con anterioridad con “Apeshit” de The Carters, “Mona Lisa Smile” de will.i.am o nuestro artículo sobre la Historia en los videoclips, aunque esta vez de mano de una artista española. Por otro lado, cabe también destacar la repercusión que acarrea este uso histórico en la cultura popular actual, consiguiendo que se desarrolle una comunidad propia a través de las redes sociales que se interesan por buscar los paralelismos entre realidad y ficción.
[Imagen de portada extraída del videoclip]