El arte está en todas partes, aunque a veces no nos demos cuenta, y por ello se convierte en objeto de ambientación e inspiración en obras actuales como el cine o la literatura. En el caso de Disney, algunas de las películas de animación utilizan elementos reales, como los castillos, para su inspiración, sin embargo, en esta entrada nos centraremos en obras pictóricas.
La película Frozen: El reino de hielo, del año 2013, adaptación libre del relato La reina de las nieves de Hans Christian Andersen y que nos da a conocer la historia de las princesas del reino de Arendelle (Elsa y Anna), está inspirada en Noruega, tal y como se aprecia en la arquitectura representada o la naturaleza de la zona, como el fiordo. Destacando que toda la decoración arquitectónica y de trajes regionales se basa en el rosemåling, un estilo de pintura noruego con formas florares de trazos curvos.
En este film, gracias a la canción Hazme un muñeco de nieve, podemos visitar con Anna una de las salas del palacio real. Esta sala es una galería de arte, con cuadros del suelo al techo, resultado algunos de ellos conocidos al espectador, pues se basan en cuadros reales. El caso más obvio, y que cualquiera puede encontrar con una simple búsqueda en la red, es Les hasards heureux de l’escarpolette o más conocido como El columpio, del artista del rococó francés Jean Honoré Fragonard, una pintura en óleo sobre lienzo de 1767 que representa a una joven siendo balanceada en un columpio por un hombre en sombra, mientras otro más joven y en primer plano mira a la joven entre las flores. El hombre mayor representa al marido y el joven al amante, sin embargo, en la película el cuadro aparece incompleto, representando solo a la muchacha con su marido.

Otro cuadro que aparece con modificaciones en esta estancia es Danza campesina de Pieter Bruegel el Viejo, realizada en 1568, siendo sólo reconocible por la arquitectura representada como fondo y el baile como tema principal. En la obra original la pareja representada se encuentra bailando en la parte derecha de la imagen, mientras que en la película el hombre y la mujer se encuentran en el centro realizando una reverencia, probablemente antes de comenzar la danza. Además, podemos observar otros cuadros costumbristas con escenas de cenas, bailes tradicionales o un picnic, más difíciles de identificar, pero con un estilo similar a las obras anteriormente mencionadas.

Por último, la joven Anna destaca una de las obras a lo largo de la canción, un retrato de Juana de Arco. En la pintura, Juana aparece sola en primer plano, en medio de una batalla a lomos de un caballo blanco. El cuadro mostrado en el film podría ser una mezcla entre la estatua ecuestre situada en la Plaza de Saint–Augustin en París, por la espada alzada y el tipo de armadura que lleva, y el cuadro de Hermann Anton Stilke de 1843, que muestra a la muchacha sobre un corcel blanco en medio de una batalla, pero en vez de alzar una espada, alza una bandera con la imagen de Cristo y dos ángeles.
Frozen no es la única película de Disney que utiliza el arte, pues en otros casos como Indomable, más conocida por el título original Brave (2012), podemos ver que uno de los personajes está directamente extraído de un cuadro. Es el caso de Ellen Terry como Lady Macbeth (1889), una obra de John Singer Sargent donde el pintor inmortalizó a la actriz con el traje verde con el cual interpretó la obra de William Sakespeare en el teatro Lyceum de Londres. El atuendo de la mujer (un vestido verde de largas y anchas mangas, con un cinturón dorado con placas circulares) y el peinado son los mismos que lleva la madre de Mérida, la reina Elinor, en el film, a excepción de la corona, que en el cuadro es más ancha y robusta.

Sin embargo, también puede suceder todo lo contrario, que el cine inspire al arte. En la actualidad, miles de artistas de todo el mundo utilizan el cine y concretamente el producido por la multinacional Disney como herramienta de inspiración. Destacamos la obra de Carlos Gromo, un artista español que comparte su obra en Instagram (@carlosgromodraw). Aunque principalmente se dedica a realizar fanarts y obras por encargo, destaca por transformar cuadros famosos de la historia del arte mediante la incorporación de personajes de las películas de animación de Disney. Así, podemos ver, por ejemplo,que la obra Hylas y las ninfas de John William Watherhouse (1896) es protagonizado por Ariel y sus hermanas junto al príncipe Eric, de la película La sirenita. Este artista sube además la obra original referenciada junto con su interpretación, de forma que sus seguidores puedan acercarse más a la historia del arte si así lo desean.
Como podemos observar el cine, un medio artístico más, se nutre de otras artes, sirviendo asimismo de inspiración para representaciones artísticas más tradicionales, creando un sinfín de obras nuevas, pasando muchas veces estas inspiraciones mutuas desapercibidas.
[Imagen de portada extraída de: Wikipedia]