El El Octavo Historiador hemos visto ya infinidad de canciones que nos hablan del pasado, bien se trate de biografías de grandes personajes, grandes batallas o incluso algunos procesos de enorme repercusión. Pero en ocasiones también podemos encontrarnos asuntos más anecdóticos, como sucede con Keelhauled, tema del grupo escocés de heavy metal Alestorm, en el que se aborda una de las torturas más crueles que hayan visto los océanos: pasar por la quilla.
Quizás la elección de ese aspecto tan concreto y peculiar resulte curioso, pero se explica por la pasión que esta banda escocesa siente por la “Edad de oro de la piratería” -siglos XVII y XVIII-, razón por la que ha sido considerada como el mejor exponente del llamado “pirate metal”. Aunque a decir verdad, en su discografía hay otro asunto no relacionado con el pasado que goza de una presencia aun mayor: el alcohol -el propio nombre del grupo, traducible como “tormenta de alcohol”, resulta bastante ilustrativo por sí mismo…-. De hecho, incluso en Keelhauled el ron hace su aparición en el estribillo, uno de los más populares entre los seguidores del grupo liderado por el cantante Christopher Bowes, que es precisamente compositor de este tema, que fue incluido en el segundo disco de Alestorm, Black Sails at Midnight, publicado en 2009.

Pero ¿qué es exactamente eso de “pasar por la quilla” o, como se dice en inglés, el “keelhauling”? Pues bien, se trata de un método de tortura y/o ejecución empleado contra aquellos marineros considerados culpables de delitos especialmente graves, como incitar o iniciar un motín, atentar contra la vida de un compañero, etc. De hecho, en la canción se hace referencia a que el condenado realizó unos actos horribles que no se precisan (I will not say what he has done, / his sins are far to grave to tell. / It’s not my place to judge a man, / but for them he will burn in hell “No diré lo que ha hecho, / sus pecados son demasiado graves para ser contados. / No me corresponde a mi juzgar a un hombre, / pero por ellos [sus pecados] arderá en el infierno”).
El origen de este tipo de castigo no está claro, y aunque hay teorías con respecto a su vigencia ya en la Antigüedad, no existen evidencias del mismo hasta principios de la Edad Moderna, cuando se populariza no solo entre los piratas, sino sobre todo en las armadas de diversos países. Quizás donde era más típico era Holanda, según refleja Falconer en su diccionario naval (1784). Sin embargo, parece que la marina inglesa también lo practicaba con cierta frecuencia, y también hay testimonios de su empleo en Francia o Suecia, si bien a finales del siglo XVIII y comienzos del XIX fue desapareciendo hasta su definitiva prohibición en el código legal de estos Estados.
La mecánica del castigo era bastante simple: se ataba al culpable a uno o varios cabos y se lanzaba por la borda, para posteriormente arrastrarlo por el casco y bajo la quilla -pieza de madera que recorre la parte inferior de la embarcación de proa a popa, y en la que se apoya todo el armazón-, sacándolo después por el otro lado del barco. Esto no solo implicaba que durante cierto tiempo el reo no pudiera respirar, sino que mientras era arrastrado sufriría horribles heridas a causa de los crustáceos que estaban adheridos al casco. El castigo debía hacerse con cierto cuidado para que el reo no falleciera ahogado, aunque lo habitual es que el choque con los crustáceos generaba gravísimas heridas que dejaban destrozado el cuerpo de la víctima, llegando incluso a sufrir amputaciones. Como resulta esperable, el resultado casi siempre era la muerte del condenado, a veces por ahogamiento, casi siempre por las laceraciones derivadas del arrastre, y en alguna ocasión incluso por el ataque de tiburones que llegaran atraídos por el olor a sangre (de hecho, en un verso se dice The sharks will dine up on his flesh / “Los tiburones cenarán su carne”). Aunque en el estribillo de Keelhauled es cuando se menciona el nombre del castigo, es en otra estrofa que se repite varias veces a lo largo de la canción cuando se explica de manera bastante sencilla el cruel proceso: We’ll tie that scoundrel to a rope / and throw it overboard. / Drag him underneath the ship. / A terrifying deadly trip (“Ataremos a ese canalla a una soga / y lo lanzaremos por la borda. / Arrastradlo bajo el barco./ Un viaje terrorífico y mortal”).

Aunque el castigo de “pasar por la quilla” no es uno de los aspectos más conocidos de la historia de la navegación, su singular crueldad ha hecho que el mundo del audiovisual lo haya considerado bastante interesante como para plasmarlo. Hay varias películas en la que se muestra, pero el mejor ejemplo lo tenemos en la serie Black Sails -sobre la que ya hemos hecho un par de entradas-, donde se representa de manera bastante fidedigna, a la par que sangrienta.
En este tema de Alestorm también nos encontramos alguna referencia más al mundo de la navegación y la piratería. Por ejemplo, se menciona a Davy Jones, una figura que, según la creencia popular, se quedaba con las almas de aquellos que fallecían en el mar, guardándolas en un cofre (And Davy Jones will have his soul “Y Davy Jones tendrá su alma”). También aparece citado en la canción otro método de ejecución, quizás mucho más conocido a día de hoy, como es el de “caminar por el tablón”, consistente en hacer caminar con los ojos vendados al acusado del delito por un tablón que se prolonga fuera del navío, hasta que acaba cayendo por la borda (Keelhauled, that filthy landlubber, / send him down to the depths below! / Make that bastard walk the plank / with a bottle of rum and a yo-ho-ho! “¡Pasad por la quilla a ese sucio marinero de agua dulce, / enviadlo a las profundidades! / Haced que ese bastardo camine por el tablón / con una botella de ron y un yo-ho-ho”). No obstante, resulta curioso que en esos versos se anime a realizar ambos tipos de ejecuciones, ya que en realidad no podían darse de manera simultánea.
Aunque el trance del castigo de pasar por la quilla era bastante sangriento y constituía, posiblemente, el más cruel método de ejecución de cuantos se utilizaban en los navíos de la Época Moderna, Alestorm presenta un tema muy animado, en línea con toda su producción musical. En cualquier caso, reflejar de manera fidedigna el pasado no ha sido prioritario para estos escoceses, si bien en temas como este Keelhauled si que reflejan de manera bastante fidedigna un aspecto muy concreto de ese tema que tanto les apasiona, el de la navegación en la Edad de oro de la piratería. Y de paso, acercan a su público pequeñas dosis de Historia de un modo bastante festivo.
Vídeo de «Keelhauled», de Alestorm: youtube.com
[Imagen de portada extraída de: canedorock.com]