En la última entrega del Universo Cinematográfico de Marvel (MCU), Shang – Chi y la leyenda de los diez anillos, podremos adentrarnos ligeramente en la cultura china. Este personaje, originario de los cómics, pasa a la gran pantalla en una película introductoria sobre su vida y su origen como héroe, añadiendo además guiños y referencias a otras entregas del MCU.
Shang Chi, junto con su hermana Xia Ling, son los hijos de Xu Wenwu y Ying Li. El primero fue el descubridor de los diez anillos, los cuales le han otorgado una larga vida y grandes poderes, y la segunda es la guardiana de la aldea mítica de Ta Lo. Ambos, practicantes de artes marciales, enseñan a sus hijos estas técnicas. Sin embargo, a raíz de la muerte de Ying Li, Xu Wenwu regresa a su pasado conflictivo volviéndose un villano, haciendo que sus hijos acaben huyendo de su lado, y pretendiendo desenterrar un malvado ser para poder recuperar a su esposa, el conocido como Morador de la Oscuridad.
La película bebe ligeramente de la wuxias (género atribuido a aquellas obras literarias o cinematográficas cuya trama se basa en la filosofía de las artes marciales), pues en algunas escenas podemos ver cómo las coreografías o la estética están inspiradas en las mismas, del mismo modo que intentaron emplear actores de dicho género, como es el caso de Tony Leung y Michelle Yeoh, actriz de ambas películas de Tigre y Dragón.
No son los únicos guiños a la cultura china que podemos ver en la película, pues cuando llegan a la mítica aldea de Ta Lo, Shang Chi y su equipo son recibidos por su tía, quien les cuenta la historia de su pueblo y como derrotaron al ser malvado que su padre intenta despertar. Para ello los dirige al pórtico de lo que parece ser un templo o santuario, donde se encuentra un friso corrido de gran tamaño tallado en madera. Dicho friso narra la historia que ella les cuenta. Este tipo de frisos son comunes en los templos asiáticos y de otras culturas y zonas geográficas (véase los templos grecolatinos clásicos), pues estas imágenes ayudaban al pueblo a comprender historias religiosas.
Otro aspecto destacado de la cultura china es el culto a los muertos, a los cuales se les construyen altares en los templos con imágenes de los fallecidos, a quienes se les dejan ofrendas en forma de alimento y queman sándalo e incienso en pebeteros de bronce. Estas imágenes son las Tablas del alma, a través de las cuales, los descendientes de los fallecidos podrían entran en contacto con los mismo.
Por último, cabe mencionar que en la mítica aldea de Ta Lo y en su entorno, podremos encontrar diferentes animales mitológicos de la cultura china, también presentes en otras culturas asiáticas. El primer ser mitológico que conocen se encuentra fuera de la aldea y por lo tanto de ese mundo mágico, es el dijian. Se trata de una deidad menor de la cultura china, caracterizado por su apariencia fuera de lo común. En algunos textos es descrito como una bolsa o saco amarillo o rojo, como imitando el color del fuego, con seis patas y cuatro alas, pero sin cabeza ni cara (Yang y Deming, 2005, 147); un hecho que atrae momentos cómicos a lo largo de la película.

Cuando llegan a la aldea se encuentran un mundo no muy diferente al rural chino del pasado, pero con algunas particularidades, como que se encuentra poblado por criaturas mitológicas. El primer ser que recibe a los protagonistas al entrar en este mágico mundo es el fénix o Fenghuang, seguido por los Longma (bestía híbrida entre caballo con escamas y cabeza de dragón), o los ziezhi o haetae, con apariencia de leones, símbolos de justicia, y como traca final, el dragón.
El dragón, un ser presente en China desde hace más de 6000 años, era considerado el origen de todos los animales, siendo el primer emperador chino, Huang Ti, quien ascendió al cielo a lomos de un dragón (Sánchez Beltrán, 2008). Por eso no es extraño encontrar escenas en esta película y otros ejemplos de la cultura audiovisual (El viaje de Chihiro, Dragón Ball, entre otras) de héroes y heroínas a lomos de uno de estos seres.
A su vez, este ser está asociado al dios del agua, por ello en la película, el protagonista se encuentra con el dragón en el lago de la aldea, pues este es el señor de los ríos, lagos y mares (Sánchez Beltrán, 2008). Sin embargo, este ser en la cultura china suele tener un carácter masculino, mientras que en la película se refieren a él en femenino.
Para comprender la aldea de Ta Lo debemos profundizar un poco más y bucear en los cómics asociados a este personaje, donde podemos ver que dicha aldea también es conocida como Daluo Tian, una aldea de dioses (a semejanza del Valhalla), donde residen los treinta y seis dioses mayores de la mitología China. Es representada como una dimensión bolsillo de la Tierra conocida como Xian. Este lugar creado por Marvel se inspira en la cultura china, concretamente en el Tian, el cielo. Aparece también mencionado en el taoísmo y confucionismo.
Aunque el objetivo de la película no es darnos una lección o divulgar la cultura china, bebe de un conjunto de cómics que se inspira en la misma, y mantiene por lo tanto la estética y otros elementos. Sirve sin quererlo, de una vía de difusión de ciertos elementos de esta cultura y mitología, aunque de una forma muy escueta.
Referencias:
Sánchez Beltrán, Juan Pablo. «Apuntes al estudio del dragón como elemento festivo en Oriente y Occidente : China y España». HMiC: història moderna i contemporània, [en línia], 2008, Núm. 6, p. 192-1, https://raco.cat/index.php/HMiC/article/view/130188 [Consulta: 12-09-2021].
Yang, Lihui; An, Deming (2005). «DEITIES, THEMES, AND CONCEPTS», ABC-CLIO (ed.). Handbook of Chinese Mythology, pp. 147
[Imagen de portada extraída de: Wallpaper Abyss]
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