En costas extrañas, una de piratas (y algo de vudú)

La piratería ha sido y es, sin lugar a dudas, uno de los fenómenos históricos que más literatura y ficción ha generado a lo largo del tiempo. Practicada al menos desde la Antigüedad, el concepto de pirata que tenemos a día de hoy dista bastante de la realidad de aquellos que, carentes de oportunidades o cegados por la idea de infinitas posibilidades, sobrevivían gracias al pillaje y el saqueo. Mezcla de personajes históricos, leyendas y una novelesca romantización de la realidad, los piratas se han erigido en la cultura popular como los adalides de la libertad y la rebeldía, así como en un interés romántico culpable (véase la extensa colección de novelas románticas, con piratas descamisados, que existen en el mercado). Pero allí donde el cine nos presenta antihéroes loables de moral laxa, ocasionalmente caricaturescos o entrañables, la literatura –sobre todo aquella con afán histórico- tiende a acercarse un poco más a la realidad de estos hombres y, menos habitualmente, mujeres que subsistieron a bordo de navíos en los mares del Caribe y las costas del continente americano.

Figura 1. Ejemplos de novelas románticas con temática pirata. Fuentes: Amazon, Pinterest y Goodreads

Un ejemplo de ello es En costas extrañas, novela publicada en 1987 por el autor estadounidense Tim Powers. La obra, que nos sitúa en el año 1718, narra las desventuras de John Chandagnac, titiritero de profesión, cuyo destino se verá truncado al ser abordado el barco en el que viajaba al Nuevo Mundo por un grupo de piratas. A partir de ese momento, bajo el nombre de Jack Shandy, se iniciará forzosamente en el mundo de la piratería para descubrir, no solo sus dotes para la cocina y la navegación, sino también un mundo salvaje y lleno de una magia ancestral que, poco a poco, se acerca a su extinción. 

Como en muchas otras obras de Powers –véase el análisis dedicado a Las Puertas de Anubis-, En costas extrañas establece las bases de su relato en un momento histórico real, en este caso el final de la Edad de Oro de la piratería. Escenario que se ve aderezado por la aparición constante de personajes históricos, que transmiten al lector sus vivencias o mencionan sucesos históricamente contrastables. Ahora bien, si por algo destaca la novela es por su capacidad para combinar de forma creíble este trasfondo real con una serie de elementos propios de la leyenda pirata, introduciendo en el relato elementos de corte sobrenatural, más propios de una novela de terror.

Uno de los principales escenarios en los que se desarrolla la historia es la isla Nueva Providencia, hoy conocida como las Bahamas, en la que se situaba uno de los mayores enclaves piratas del Caribe: la ciudad de Nasau. Se mantuvo como refugio pirata hasta 1718, momento en que Woodes Rogers (ca. 1679-1732) fue elegido Gobernador de la isla, con la misión de acabar con la piratería en la misma, siguiendo la proclamación emitida por el rey Jorge I de Gran Bretaña, que prometía el indulto a todos los piratas que se entregasen y abandonasen la vida de pillaje y saqueos. Tanto la figura de Rogers, que podemos encontrar representado asimismo en la saga Assassin’s Creed y en la serie Black Sails, como los indultos expedidos por el mismo tendrán gran relevancia en la novela de Powers.

Figura 2. Representaciones del Gobernador Woodes Rogeres en el arte, los videojuegos y la televisión. Fuentes: Wikipedia, Histórica Wiki y Den of Geek

El segundo enclave destacado de la historia es Port Royal, sede del gobierno británico en el s. XVII, fue destruida en 1692 a causa de un terremoto y su consecuente maremoto, acontecimiento que en la novela se achaca a un suceso sobrenatural, desencadenado por el mismísimo Barbanegra. Edward Thatch, conocido comúnmente como Barbanegra (ca. 1680-1718) es sin duda una de las figuras más reconocidas y representadas de la piratería, apareciendo en sagas como la de Piratas del Caribe. Su carrera criminal se habría iniciado en 1716, bajo las órdenes del capitán Benjamin Hornigold (1680-1719), al que también se menciona en la novela y podemos ver, entre otras, en la serie Black Sails. Su recorrido, aunque corto –al igual que en la novela, muere en 1718- fue intenso, destacando entre sus mayores golpes el ataque realizado sobre la ciudad de Charleston, en Carolina del Sur, que Power usa a su favor en la novela como pretexto para introducir a este navegante en la historia.

Figura 3. Diversas representaciones de Edward Thatch, conocido como el pirata Barbanegra. Fuentes: wikipedia, Historias de la HIstoria y World History Encyclopedia

Por último, cabe destacar un escenario legendario, la Fuente de la Juventud, y a un personaje intrínsecamente relacionado con ella, Juan Ponce de León (1460-1521). Primer Gobernador de Puerto Rico, se lo considera el descubridor de La Florida, territorio norteamericano comprendido entre el Golfo de México y el Atlántico. Según las crónicas de la época, Ponce de León habría iniciado una expedición en 1513 para localizar la denominada por los indígenas como Fuente de la Juventud; sin embargo, no existe constancia histórica de que el español llevase a cabo dicha búsqueda, hecho que fue desmentido por uno de sus biógrafos en 1959.

Muchos otros personajes relevantes de esa etapa hacen acto de presencia en la novela, algunos con breves pero destacadas apariciones, caso de Ann Bonny (1698-1782), una de las pocas mujeres piratas de las que se conservan datos. Aunque la historia de Bonny es secundaria en el relato, Powers hace mención a dos hechos reconocidos de su vida: los intentos de Ann por divorciarse de su marido, James Bonny, informante del Gobernador Rogers; y su relación con otro pirata, Calicó Jack Rackam (1682-1720), al que se achaca la creación de la famosa bandera pirata.

Otro personaje secundario relevante para la trama es Stede Bonnett (ca. 1688-1718). Terrateniente reconvertido en pirata, capitaneó la Venganza desde 1717 hasta 1718, año en el que, como nos relata la novela -aunque las razones reales difieren de las contadas por Powers- es apresado y ejecutado tras una fallida fuga. Meramente testimoniales son las menciones a Henry Morgan (ca. 1635-1688) y Charles Vane (1680-1721), cuyos nombres aparecen en repetidas ocasiones a lo largo del relato, ya sea a modo de ejemplo de lo que debe ser un pirata o para provocar el miedo entre los presentes.

Dos figuras más son dignas de mención: el Varón Samedí y el loa Carrefour. El Varón Samedí es uno de los principales loa del vudú haitiano, considerándose el espíritu de los muertos. En el relato se usa su especial relación con el pirata Barbanegra para justificar uno de los rasgos más característicos de este pirata: las mechas ardientes que se dice que llevaba siempre prendidas de la barba y el pelo. Por su parte Carrefour es uno de los muchos aspectos de Papa Legba, otro de los loas del vudú Haitiano, que podemos ver representado, por ejemplo, en la tercera temporada de American Horror Story.

Figura 4. Izquierda: el Varón Samedí en Tiana y el Sapo. Derecha: Papa Legba en American Horror Story: Coven. Fuentes: Pinterest y All that’s interesting

El libro destaca además por su cuidado vocabulario, donde los conocimientos del autor por la jerga náutica ayudan, en cierta medida, a sumergirse dentro del relato. Asimismo, Powers nos presenta una amalgama de personajes –reales y ficticios- procedentes de distintos ámbitos sociales, regiones geográficas y con intereses muy dispares, que quedan perfectamente plasmados en su forma de comunicarse con el resto de personajes o las opiniones que de ellos vierten. Un ejemplo es Benjamin Hurwood, uno de los principales antagonistas de la obra. Afamado profesor en Oxford, es protagonista del primer capítulo del libro, donde vemos, pocas páginas tras iniciar el relato, como describe a los habitantes de las islas del Caribe como “primitivos”, desdeñando los conocimientos de su compañero de viaje, al considerarlo poco inteligente debido a su origen y su mal francés. Una visión que no dista demasiado de la que debían tener los europeos que llegaban al Nuevo Mundo en los ss. XVII y XVIII, atendiendo a los textos e informes que todavía se conservan de esa época.

En costas extrañas es un libro particular, en el que el autor deja claro desde un inicio que lo sobrenatural es real, pero que no ha alcanzado nuestros días porque la llegada del “hombre blanco” a territorio americano lo abocó a su extinción. De esta forma, la historia de la piratería y la muerte o desaparición de sus grandes figuras, quedan supeditadas a la muerte de la magia, lo que en algunos casos lleva al autor a tomarse algunas licencias históricas.  No resulta extraño, por lo tanto, que el libro haya servido de inspiración a la saga de Piratas del Caribe, tanto en su primera película, donde se recupera la idea de una tripulación no muerta y maldita; como para una de sus últimas entregas, En Mareas extrañas, que toma el título original del libro (On stranger Tides) y parte de su argumento -el afán de Barbanegra por la inmortalidad, la llegada a la Fuente de la Juventud y, en cierta medida, la figura de la “hija” como elemento conductor de la magia-.

Figura 5. Fuente de la juventud de la película Piratas del Caribe: en mareas extrañas, que recuerda en gran medida a la descrita por Powers en su obra. Fuente: Pinterest

Acercarse a En costas extrañas es regresar una vez más a ese momento histórico que marcó el final de una era, desde una perspectiva más cruel de lo que estamos acostumbrados, pero probablemente más cercana a lo que debieron vivir aquellos abocados a la vida de la piratería. Un ejemplo más de que realidad y ficción pueden combinarse, siempre que el autor sepa como entretejer los hilos de su historia con los de la Historia.


[Imagen de portada: fabulantes]

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