La presencia de temas históricos en la música no es un fenómeno reciente, sino que ha sido muy común desde hace siglos. Ejemplo de ello es uno de los géneros con mayor recorrido de la música contemporánea, la ópera, caso de una de las obras más conocidas de Richard Wagner, Rienzi, estrenada en el ya lejano año de 1842. En esta composición -una “grand opera” de la que el propio Wagner renegó años más tarde por considerarla simplemente una obra de formación- se reflejan los últimos acontecimientos de la vida de Cola di Rienzo, un destacado personaje de la Roma bajomedieval; si bien Wagner no se basó para el libreto en biografías académicas, sino en la novela Rienzi, el último de los tribunos, de Edward Bulwer-Lytton.
Nicola Gabrini, conocido como Cola di Rienzo, fue un notario papal que, gracias al apoyo del papa Clemente VI, logró hacerse con el poder en la ciudad de Roma a mediados del siglo XIV, tras convertirse en tribuno del pueblo y desalojar del gobierno a las familias aristocráticas locales. En Rienzi se obviará buena parte de la biografía del protagonista: no se reflejan sus años de juventud, ni tampoco su fulgurante ascenso al poder, sino que solo aparecen sus últimos años, tras ser proclamado “tribuno” por las masas populares romanas en el año 1347, tras una intensa campaña del propio Cola di Rienzo contra las principales familias aristocráticas de Roma (sobre todo los Colonna y los Orsini), apoyado por el papado, que tampoco tenía buenas relaciones con éstas. Wagner inicia esta popular opera en el momento en el que Cola di Rienzo está en la cumbre de su popularidad, cuando pese a los intentos de los aristócratas para asesinarlo y subvertir la situación, tiene el total apoyo de un pueblo al que ha seducido con diversas medidas políticas y el recurso a la grandeza perdida de la Roma clásica (de hecho, en el segundo acto se incluye una representación del episodio del suicidio de Lucrecia que desembocó en la proclamación de la República romana casi dos milenios antes, vinculando así ambas luchas antiaristocráticas). Tras salir victorioso de la revuelta de los antiguos oligarcas, mostrándose magnánimo con ellos, en los dos últimos actos se pasa ya al año 1354, con la decadencia de Cola di Rienzo, que por diversas causas ha perdido el favor del pueblo así como del papado, que se ve amenazado por sus aspiraciones sobre Italia-. Una nueva revuelta de las principales familias de la nobleza romana acaban con el asesinato de Rienzo, si bien en este caso la ficción se disocia bastante de la realidad: en la ópera el protagonista muere abrasado en el Capitolio, al que le habían plantado fuego, mientras que en realidad su cuerpo solo fue quemado tras haberlo decapitado.
Pero no solo el trágico final del tribuno es modificado con respecto a los hechos históricos, ya que tampoco es real el hilo referente a la relación entre su hermana Irene y Adriano, amigo de Rienzo y a la vez hijo de uno de sus principales enemigos. Asimismo, tampoco se profundiza en las razones políticas, económicas y sociales que permitieron el ascenso y la caída del protagonista. La ambientación si es en general realista -los diversos actos suceden en lugares reales como el Capitolio, el Foro o la iglesia de San Juan de Letrán, si bien al tratarse de una representación, el realismo de estos (como también las vestimentas y otros elementos) depende en buena medida del trabajo de cada director encargado de representar Rienzi.
Podemos decir, por tanto, que el extraordinario compositor Richard Wagner da muestras en Rienzi de su interés por temáticas históricas (aunque la Historia esté supeditada a la narración que le interesa representar), a lo que no serán ajenos otros grandes de la música clásica en general, y de la ópera en particular. En otros estilos musicales de aparición mucho más reciente el pasado también será empleado en las letras, aunque no está de más tratar también a géneros ahora menos populares, pero que tanta importancia han tenido, y que nos permiten comprobar que el pasado nunca ha dejado de ser sumamente sugestivo para el Arte.
Enlace al audio de «Rienzi» completa: